viernes, 12 de agosto de 2011

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN A MODO DE ENSOÑACIÓN PERSONAL

Anoche vi de nuevo Avatar. En DVD. Sentado tranquilito en mi habitación, con la luz apagada y un buen sonido. Y debo decir que la película, aún sin 3D ni historias semejantes, me sigue pareciendo una auténtica genialidad, a distintos niveles. La disfruté más si cabe que en el cine, porque pude centrarme en aspectos difíciles de apreciar cuando estás inmerso en una experiencia sensorial tan abrumadora como la brindada por este film en su formato 3D. El colorido, la riqueza visual, saltan a la vista, desde luego; pero además hay detalles... cientos, miles de detalles, cuidados y mimados hasta el extremo, que no había apreciado en el cine las dos veces anteriores.
Tenía cierto reparo en verla así, como una película más, sin la espectacularidad del formato estereoscópico; miedo a que, sin ese ingrediente añadido, la experiencia perdiese el 70 o el 80% de su magia. Nada más lejos de la realidad. Como ya he dicho me volvió a subyugar, ofreciéndome esta vez la posibilidad de recrearme en otras cosas, y lo más importante, de hacer diferentes lecturas de cuanto se oculta en la nueva obra maestra de Cámeron. Señores, la sensación de vértigo, de profundidad en ese mundo rico e inmenso, y sobre todo de vuelo, siguen estando realmente conseguidas en su formato 2D. Hay momentos, escenas de una belleza sobrecogedora, de una maestría fotográfica que, pese a la cantidad de puristas que se rasgan las vestiduras afirmando que eso no es cine, ya quisieran tener muchos de los considerados "genios" del "séptimo arte". Y si, replicareis: "con ese presupuesto ya me contarás; así cualquiera", a lo que tan solo os respondo: "George Lucas, o las últimas de Spielberg". Porque ellos disponían de los mismos medios, de la capacidad de disponer de lo mejorcito de la industria, y sin embargo no llegan ni por asomo a cotas semejantes. Es más, el alarde de efectos en sus últimas creaciones tiende a desmerecer sus películas. Algo que en el caso de Avatar no ocurre para nada.
Pero, en fin, a lo que iba. Mientras la veía, empecé a darle vueltas a determinadas "casualidades" que de un tiempo a esta parte se están dando aquí y allá, sin aparente conexión. Y me explico. El señor Cámeron, director y productor de Avatar, además de ser uno de los cineastas de más éxito, forma parte del consejo asesor de la NASA encargado de la futura misión tripulada a Marte. Y no es un mero título; colabora de manera muy activa (de hecho, uno de los dos planes viables que se están estudiando es directamente propuesta de él) ¿Que quiere decir esto? pues que este señor, por lógica, debe saber "un poquito" más que el resto de nosotros sobre lo que se cuece a esos niveles. Desde hace unos años, por otra parte, muchos gobiernos se están dedicando a desclasificar -sin acuerdo aparente- los expedientes OVNI, UFO, etc, sin un motivo concreto, de pronto y a la vez -recordemos que los investigadores llevan años peleando con las administraciones para acceder siquiera al más inocente de los papeles relacionados con el tema-.
El Presidente Obama, por su parte, cancela hace unos meses el proyecto de retorno a la Luna, de golpe y porrazo, tirando a la basura 8 años de trabajos técnicos y científicos, dando entonces prioridad absoluta a la conquista de Marte y a los viajes "beyond the border", considerándolos más que posibles, cuando hasta hace nada la NASA reconocía que a duras penas se veían capaces de volver a poner a un hombre en nuestro satélite. Casi al mismo tiempo empiezan a oírse rumores de una nueva tecnología de propulsión capaz de reducir la duración de los viajes al planeta rojo a solo 3 o 4 meses (con la tecnología al uso se requerirían en torno a 18), mientras la única foto OVNI considerada no manipulada por los expertos vuelve a salir a la luz tras 40 años de olvido en un cajón.
Stephen Hawkings, uno de los científicos más grandes de nuestro tiempo, se desmarca del resto de sus colegas con ciertas declaraciones sensacionales que han levantado una polvareda de aupa, en las que afirma estar convencido de la existencia de vida superior extraterrestre; no obstante, dando un sorprendente golpe de mano, recomienda encarecidamente no tratar de buscar ese ansiado contacto voluntario con nuestros hermanos del cosmos, tal y como se viene haciendo hasta ahora. Si están más evolucionados, dice, podría ocurrir algo similar a lo sucedido durante la colonización de América. Podríamos entonces vernos obligados a jugar el papel de "salvajes", con todo lo que ello conlleva si sus intenciones son hostiles. Idea que, curiosamente, el señor Spielberg, rescata del baúl de los recuerdos con el remake de La Guerra de los Mundos (un director también bastante influyente en USA, con contactos en lo más alto y que, no lo olvidemos, cuenta ya en su filmografía con 3 clásicos del género: Encuentros en la Tercera Fase, E.T. y el susodicho remake de Wells).
Por último, y como guinda del pastel, me llega una noticia contemplada recientemente en los medios serios de ciencia y astronomía. Una señal de radio anómala procedente de la galaxia M82 que se está recibiendo desde hace meses. Una señal nueva, que escapa según los analistas, a todo lo escuchado hasta ahora. Al parecer no se corresponde con ningún objeto o evento celeste conocido. Su intensidad es muy fuerte, nada errática y sea cual sea la fuente que la está transmitiendo ¡se mueve a 4 veces la velocidad de la luz! Algo que, por lo visto, solo se da en los alrededores de los más grandes agujeros negros. Pero la emisión no parece estar cerca de ninguno de ellos.
Desclasificación de documentos; reestructuración de proyectos en la NASA, con la aparición de supuestas nuevas tecnologías revolucionarias, descartando el retorno a la Luna (no olvidemos que, hasta ahora, cualquier plan serio de colonización del cosmos pasaba por la obligatoria implantación de bases habitadas fijas en el satélite, destinadas a abaratar costes, a facilitar los lanzamientos tripulados por la baja gravedad, etc. Algo que, de pronto, parece no ser necesario...); toda la tecnología de Hollywood puesta al servicio del proyecto más ambicioso de un señor que pertenece a un organismo de la NASA; proyecto que habla de la colonización de un planeta habitado por seres superiores a manos de otra raza con fines codiciosos, destructivos...; señales de radio captadas por toda una red de radiotelescopios ingleses y no desmentidas por los astrónomos; declaraciones del científico que más repercusión mediática tiene a nivel mundial, y de las que se ha hecho eco toda la prensa conocida (estoy seguro de que el señor Hawkings pensaba todo esto hace mucho ¿porque lo anuncia ahora, y de esta forma tan ostentosa?).
En fin, casualidades todas ellas, sin duda. Pero llevo un tiempo diciendo a quien quiere oírme que hay algo flotando en el ambiente, como una especie de expectación inconsciente, burbujeante que parece indicar algo. Hay presentimientos y presentimientos... y uno me hace pensar que estamos a las puertas de un acontecimiento peculiar. Puede ser en los próximos 5 años, en los próximos 10, o en los próximos 40, pero no queda mucho, sea lo que sea.

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